Preguntas

¿Quién soy? ¿Esta mujer que nace o esta nena que llora? ¿O son lo mismo? Todavía no me descubro en este papel de musa que puede hacer malabares sobre la soga, tan segura de que no va a caer, que se tambalea y se sostiene con sus propias miserias.
No sé si soy de barro o de sueño, y no me encuentro entre la multitud que pide permiso para salir. Hago ofertas demasiados tentadoras como para decir que sí. Y así sigo transitando el camino, con una soledad que no termina de ser.
¿Qué lugar ocupo? ¿Respiro viento o las sobras de otro espejo? ¿Me percibo en él? Camino al costado de la ruta ajena como mi propia vía, y saludo a la felicidad que pasa, se queda y se va. Yo quiero vivir una historia para protagonizar los días, aunque me lastime, aunque nadie me quiera, aunque me muera de miedo.
¿A quién quiero convencer de que soy tan dócil? ¿A un hombre? ¿A todas las mujeres? Es mentira que me dejo llevar como el río. Y son todos los temores los que me obligan a seguir. La amenaza de las fieras no es el ataque, es el resguardo, pero con entender las formas no se llega a la luz del sol.
¿Qué hago? ¿Cruzo el puente que me lleva a la otra orilla? ¿Meto los pies en el barro para sentir mi sudor? Quiero parir el primer ombligo que vio nacer al mundo, y mirar a través de su piel arrugada mis propios ojos que miran.