Sin árboles de sombra

Se desliza del marco de los supuestos
El viento le azota el rostro
empapado
melancólico
transparente por refregar ilusiones contra el muro
El muro que es tosco y no sabe
escalar sueños
abrir ventanas
romper simetrías
sin árboles de sombra
La ruta es un destino que asfixia la belleza de las palabras
sólo quedan unos versos sin rima que inundan una noche
como todas
amarrada a la espesura subterránea
de los aullidos sordos que acorralan la mirada de la luna
Es la mujer y un círculo vacío que la dibuja desde afuera
acompañándola a no reconocerse en el abandono
febril artificial
espontáneo frígido como aliento de sed
Podrán mirar la sombra sin fin
que crece con cada montaña de piel sin rostro
susurrar al oído
algún canto - la hora del reloj
que muestre la aurora del día que pasa y no vuelve
El tiempo es eso que hacemos para saber que somos
es un relleno de cada espera inútil
del beso tibio del nacer del mundo